INFORMACIONES
GENERALES
En el campo del desgaste mecánico, de la fricción,
del engrase, del pulido, de la corrosión, la superficie del
metal es el parámetro importante.
Si examinamos al microscopio la superficie de una pieza metálica
terminada, notaremos asperidades, huecos y ampollas. Al contacto
de las superficies planas, las superficies realmente en contacto
no representan más que una parte de la superficie total,
y este se establece mediante un cierto número de “puentes”
cuya superficie varía en proporción a la carga.
Hay indicaciones de que se produce una verdadera soldadura de los
metales en cada “puente” y que el deslizamiento ocurre
después del arrancamiento de esta soldadura, acompañado
por fusiones locales.
El desgaste se produce por el arrancamiento de las asperidades del
metal más blando al contacto con las del metal más
duro. Si las asperidades son simplemente aplastados y rellenan las
cavidades, se produce un desgaste relativo; esto explica que la
idea de la resistencia al desgaste que produce la fricción,
no este necesariamente ligada a una dureza muy importante. Tal es
el caso de las superficies Nitru-Sulfinizadas.
Examen microscópico: Una superficie Nitru-Sulfinizadas presenta
el aspecto de una granulación extremadamente fina; una aportación
muy débil (algunos micrones) guarnece los poros: las cavidades
que rodean los granos, forman una reserva de aceite muy importante.
Cabe destacar además, otro de los beneficios de esta granulación:
la de permitir un rodaje o ablande extremadamente rápido
de las piezas y un excelente “hermetismo” entre ellas.
Después de algunos minutos de rozamiento, se obtiene el característico
pulimento de la Nitru-Sulfinización.
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